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miércoles, 17 de diciembre de 2014

Gertrudis y Andalucía

Gertrudis Gómez de Avellaneda

(1814/03/23 - 1873/02/01)

Escritora cubana 


Nació el 23 de marzo de 1814 en la antigua ciudad de Santa María de Puerto Príncipe, hoy Camagüey (Cuba).

Su vida estuvo marcada por las desgracias: el fallecimiento de su padre y un casamiento apresurado de su madre la hicieron dejar su país y viajar a Europa, donde conoció a Victor Hugo, Chateaubriand y Lord Byron. La muerte de sus dos maridos y el abandono de su amante cuando estaba embarazada de una niña que nació muerta colaboraron con su sentimiento depresivo y apasionado hacia el espiritismo y periodos de retiro religioso, aunque siempre contó con el apoyo de escritores como José Zorrilla, Fernán Caballero, José de Espronceda, o Alberto Lista; también recibió las críticas de personajes como Marcelino Menéndez Pelayo, que impidió que entrara en la Real Academia Española.

Escribió poesía, novela y teatro. Son importantes sus novelas Guatimozín, último emperador de México (1846) o El cacique de Turmequé (1860). Su compromiso social se hace patente enSab, la primera novela antiesclavista de las letras españolas. Su poesía gira en torno al amor desdichado y pesimista, característica observable en algunos de sus sonetos más conocidos: A partir, A él, A la poesía, publicados antes de 1841 y recogidos en un libro de poemas en 1851. En el teatro, pretendió fundir la tragedia clásica con el drama romántico pero sin caer en los excesos de éste, como en los dramas operísticos Saúl (1849) o Baltasar (1858).

Gertrudis Gómez de Avellaneda falleció en Madrid el 1 de febrero de 1873.

Obras
Poesías de la señorita Da. Gertrudis Gómez de Avellaneda, Dos mujeres, La baronesa de Joux, Espatolino, El príncipe de Viana, Egilona, Guatimozin, último emperador de Méjico, Saúl
Dolores, Flavio Recaredo, El donativo del Diablo o La velada del Helecho, Errores del corazón
La hija de las flores; o Todos están locos, La verdad vence apariencias, Errores del corazón, La aventurera, La mano de Dios, La hija del rey René, Oráculos de Talía; o, Los duendes en palacio,
Simpatía y antipatía, La flor del ángel (tradición guipuzcoana), Baltasar, Los tres amores
El artista barquero; o, Los cuatro cinco de junio, Catilina, Devocionario nuevo y completísimo en prosa y en verso 

Al partir

¡Perla del mar! ¡Estrella de Occidente!
¡Hermosa Cuba! Tu brillante cielo
la noche cubre con su opaco velo,
como cubre el dolor mi triste frente.
¡Voy a partir!. . . La chusma diligente,
para arrancarme del nativo suelo
las velas iza y, pronta a su desvelo,
la brisa acude de tu zona ardiente.


¡Adiós, patria feliz, edén querido!
¡Doquier que el hado en su furor me impela,
tu dulce nombre halagará mi oído!

¡Adiós!. . . Ya cruje la turgente vela. . .
El ancla se alza. . . El buque, estremecido,
las olas corta y silencioso vuela.